DISCURSO DE ODIO
Discursos de odio y confrontación, el escenario en el que quisieron asesinar a la Vicepresidenta
Télam
(Por Gabriel Tuñez)
El intento de asesinato a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, ocurrido hace un año a pocos metros de su vivienda en Buenos Aires, se produjo en un escenario de aumento de los discursos de odio en la esfera pública y en un contexto social y político dominado por un creciente nivel de confrontación, coincidieron dos investigadores.
En septiembre de 2022, un relevamiento llevado a cabo en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) por el Laboratorio de Estudios sobre Democracia y Autoritarismos de la Universidad Nacional de San Martín (Leda-Unsam) había reflejado en sus conclusiones que más del 30% de las personas encuestadas se reconocía como promotor de discursos de odio; la cifra era 7% más alta que en 2020.
El mismo trabajo había encontrado "un alarmante grado de adhesión a la posibilidad de un golpe de Estado" en el 20,4% de los consultados.
"Ese lugar de la legitimación de la violencia, de la discriminación, de la agresión, no hay modo que no termine en la amenaza y el hostigamiento a determinadas personas", dijo a Télam Ezequiel Ipar, sociólogo, filósofo, investigador del Conicet y director del Leda.
Ipar advirtió que el "desplazamiento" de los discursos de odio, sobre todo de las narrativas que circulan en el espacio público y que justifican, legitiman e incluso incitan a la confrontación y la violencia, "termina colaborando con el crecimiento y la consolidación electoral de las extremas derechas".
El estudio realizado por el Laboratorio sobre Democracia y Autoritarismos había expresado, además, que del total de los potenciales votantes este año del líder de La Libertad Avanza, Javier Milei, un 51,5% eran personas que promovían o apoyaban discursos de odio en la esfera pública.
"Los discursos de odio -amplió Ipar- son uno de los grandes movilizadores y articuladores de fuerzas sociales que después se convierten en agrupaciones políticas de extrema derecha. Esto se encarna, por ejemplo, en el crecimiento del partido de Milei", afirmó el sociólogo.
Para el antropólogo social Daniel Míguez, "en las últimas décadas se restituyó en el país una mirada dogmática que lleva a pensar a una persona o un grupo social que está bien eliminar físicamente al que piensa diferente".
Míguez, que es docente de la Universidad del Centro de la provincia de Buenos Aires (Unicen) e investigador del Conicet, dijo a Télam que esa posibilidad "había desaparecido del sistema de expectativas culturales de nuestra población" desde el regreso de la democracia en 1983.
"Y uno puede registrar que los discursos de odio están asociados a la posibilidad que se pueda eliminar al quien piensa diferente", sostuvo.
Para Míguez, las crisis económicas "suelen tener en la sociedad efectos que producen mayores niveles de confrontación. La crisis de 2001 -evaluó- fue un punto de inflexión para que esos dogmatismos recrudecieran y se empezaran a instalar más fuertemente".
Según el antropólogo, en el caso puntual del intento de asesinato de Cristina Fernández de Kirchner "se suma una marginalidad" que abarca a "personas que no están excluidas desde el punto de vista económico pero sí del entramado social más valioso".
"Esa doble condición de dogmatismo y resentimiento ayudaron a este evento que fue el atentado", agregó Míguez.
La encuesta llevada a cabo por Leda en los días posteriores al intento de asesinato a la Vicepresidenta había resaltado que el 41,2% de los trabajadores "inestables o semi precarizados" se situaban entre quienes más promovían o difundían discursos de odio.
Además, indicó que los mayores niveles de precarización laboral se encontraban "entre los más jóvenes".
La muestra, además, puso en evidencia que Twitter es la red social que registra el porcentaje más alto en el índice de discursos de odio.
"El Estado argentino es muy vulnerable en el sentido de defender derechos en la comunicación digital, que fue muy bien utilizada en varios países por los sistemas políticos de derecha, los que, por estar afuera de los medios tradicionales, desarrollaron esta expertise", analizó Ipar.
Como ejemplo, el sociólogo detalló que las campañas digitales del partido de ultraderecha español Vox y del exmandatario brasileño Jair Bolsonaro fueron financiadas desde el exterior. "Ahora está ocurriendo los mismo en Argentina con Milei", observó Ipar.
Y agregó: "Ojalá podamos evitarlo, pero con Milei estamos teniendo en el país un (Donald) Trump o un Bolsonaro tardío, cuando ya había muchas alarmas encendidas".
El sociólogo e investigador del Conicet opinó que, por ese motivo, la dirigencia política argentina con ideales democráticos "tiene que pasar de la alarma a un plan de acción y reconfiguración de las alianzas" porque el "crecimiento de las extremas derechas" implica un aumento de "la violencia y la tentación anti-democrática".
"Basta recordar cómo terminaron los Gobiernos de Trump y Bolsonaro, con los poderes públicos prendidos fuego por turbas que, en el caso de Estados Unidos, estuvieron inclusive a punto de asesinar a Nancy Pelosi", la presidenta de la Cámara de Representantes, en el asalto al Capitolio, el 6 de enero de 2021.
"Si uno aprende de la experiencia ajena", y aborda las campañas de difusión de discursos de odio en el espacio público. "tal vez todavía no sea demasiado tarde", finalizó Ipar.
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